De casualidades e imprevistos el mundo está lleno

No hace mucho tiempo que Rocío me contó en Barcelona lo pequeño que era el mundo y si lo pensamos bien es totalmente cierto, y no lo digo por rollos de globalizaciones, ni la "era de informática" ni nada por el estilo. Lo digo por el azar, destino, casualidad, confabulación cósmica o como queramos llamar a lo que hace que determinadas cosas ocurran.

A ella le pasó lo siguiente, mientras buscaba un nuevo puesto de trabajo en Barcelona en el que desarrollar sus inquietudes intelectuales y desplegar todo su potencial ;)
Resulta que una vez admitida en dicho puesto, decidió ir a conocer a sus nuevos compañeros de trabajo y cual fue su sorpresa cuando se encontró con que el subdirector de la oficina era un chaval que estudió con ella en su colegio de Oviedo.
La cosa no pasaría de una mera anécdota de unos 900 kms. de distancia si no fuese porque casualidades como estas las he vivido sucesivamente a lo largo de este año pasado.

Las primeras tuvieron lugar también en Barcelona.
Nada más llegar a la CMT para hacer la entrevista, al ver de dónde venía me dijeron: "umm Zaragoza, tenemos a alguien de Zaragoza ¿verdad? De la Barcena" y Miguel contestó "sí, Pilar está en Regulación" a lo que yo interrumpí con un "¿Pilar, Pilar de la Barcena? ¡Estudió la carrera conmigo, se sentaba justo delante!" (anda que no me vinieron bien sus apuntes ni nada) Y sí era ella, hacía años, desde que acabamos la carrera, que no sabía nada de ella.

La siguiente fue también al poco de llegar a la CMT, resulta que el último becario que conocimos fue a Jon… Era la despedida de alguien en la 24 y había piscolabis, pica-pica que dicen por allí y eso un becario no se lo salta jamás (¡Becario Famélico, reivindica tus cheques restaurant!).
Cuando nos presentamos se me quedó mirando con cara de "tu cara me suena pero no caigo". "Génova" le dije yo, "tú y yo hemos hecho la Erasmus en Génova hace 5 años". Y así era, a pesar de los años y el cambio de look lo reconocí.
Mi memoria a largo plazo no falla, puedo recordar muchas cosas pasadas. Es la de corto plazo la que "se despista", memoria de pez suelo decir, aunque creo que lo hago adrede para recordar sólo lo que quiero, lo bonito o lo que me interesa y claro así me va, viviendo del pasado sin pensar en el presente; como el Real Zaragoza, bebiendo aún de las mieles de la Recopa del '95 (por cierto, el mejor gol de la Historia-atentos a los comentaristas, aún se me ponen los pelos como escarpias-) ya veremos este año, ¿cambiaremos de una vez los dos? De momento ninguno.

Antes de acabar el año (2006) recuerdo que mandé un email de estos generales con el dominio "@cmt.es" porque molaba más que el de hotmail. Y me contestó María compañera del máster que por aquel entonces estaba trabajando en esta "bonita" ciudad en la que me encuentro yo ahora. Diciéndome que en breve iba a Barcelona a hacer el examen para la CMT.
Nos vimos, hizo el examen, lo aprobó porque es una campeona y lo merecía (vamos que no le hizo falta "enseñar" nada, en fin…) y allí estuvimos juntos de nuevo durante algo más de 6 meses (Camariñas la echa de menos, aunque ya sé que viene pronto en "mission").

Ahora en Bruselas estos guiños del destino también se han producido, porque da la casualidad he conocido a Rosa, una chica de Zaragoza que trabaja aquí. Y hablando, hablando resulta que estudiamos en el mismo colegio, aunque a ninguno de los dos nos sonaba la cara del otro. No somos de la misma quinta. Pero eso, hablando del colegio, los Marianos y tal, dijo: "¿tú eres el hermano de Dani?" Pues sí, soy el hermano de Dani y resulta que mi hermano y ella se conocieron en la boda de una amiga que tienen en común, otra jugada del azar.

Días después me presentaron a otro zaragozano expatriado: "éste es Nacho de Zgz" y yo le dije: "Nacho...Sequeros(apellido), Marianistas(el cole), bus 4 (el que nos llevaba a casa) y Muebles Rey (su parada)" Memoria de elefante de nuevo. Más años aún que con Pilar o Jon. Hablamos del instituto, y ya ha llovido desde entonces y en Bruselas ni te cuento.

Todo esto lo he recordado ahora porque precisamente esta semana, a Charo, una amiga sevillana, le ha venido una visita, David. Y tomando una(s) cerveza(s) y charlando de lo típico "qué has estudiado, dónde curras", etc. etc. Me dijo "trabajo para Cuatrecasas en Madrid" y le pregunté una chorrada, pensé entonces, porque con lo grande que será el despacho, los distintos departamentos y tal..."y ¿no conocerás a un chaval que entró el año pasado? Alfonso creo q se llama" y me dice "¡no me digas que conoces a Alfonso!, si es uno de mis amigos" La verdad es que no lo conozco, pero sí a su ex, que resulta ser una gran amiga mía, aunque no escriba mucho. ¬¬

Y a todo esto, sin contar que el mismo día Charo me enseñó sus fotos de vacaciones y entre otros sitios ha estado por Belgrado. En Belgrado tengo una amiga de la Erasmus (a la que de paso felicito por su cumpleaños) que trabaja en el Instituto Cervantes. Pero ésta no es la casualidad, la casualidad es que Charo se hizo una foto con el cartel promocional del Instituto en el que salen, supongo, los profesores de Español y allí estaba Ana, en primer plano junto a Charo.

En fin un pañuelo, el mundo es un pañuelo pero de los Pin&Pon.

Otro día ya hablaremos de otras casualidades: de las "traiciones" del azar, destino, o confabulación cósmica, pero como tengo memoria de pez no sé si lo (querré) recordar(é).

Por cierto, ¿sabéis dónde trabaja Pilar ahora? ¡¡¡EN EL DESPACHO DE AL LADO!!!