jueves, 8 de febrero de 2007

Episodio VI: El Retorno de Súpermaño

Hace mucho tiempo (vintipico días), en un Servicio Técnico lejano, muy lejano (S.S. de los Reyes Madrí)



La última entrega de la saga...

Estimados Srs. De Atención al Cliente:

¿Me están tomando Uds. el pelo o simplemente me quieren decir que soy idiota?

Ya me están tocando un poco, bastante, las narices. Lo primero es que tengo un nombre, que para eso soy su Cliente, como me llaman Uds., y tienen todos mis datos. Y lo segundo, para que vean que no soy idiota, les adjunto copia de la orden de reparación que firmé y que por supuesto leí antes de firmar y también copia del albarán del Servicio Técnico que me entregaron en la tienda al recogerlo. Por si no quieren leerlo entero les he resaltado la avería y la reparación en ambos. Podrán ver que no coinciden los “síntomas”.

Tal vez ahora me puedan contestar a la pregunta que les hacía, sarcásticamente, en mis mensajes anteriores. ¿Por qué me han borrado mis datos, mi agenda, mis contactos y mis archivos y por qué la verdadera avería no está reparada? Como a través de la página web el espacio para efectuar la “sugerencia” es limitado tuve que dividir el mensaje en dos, pero no se preocupen que se lo adjunto completo en este email y así no tendrán que contestarme dos veces y con respuestas diferentes, porque a la segunda parte, me sugerían que llamase a Atención al Cliente al 123 ó al 607123000, discúlpenme, o si no me equivoco este correo electrónico y los mensajes anteriores iban dirigidos al Servicio de Atención al Cliente, al menos es lo que pone en su página web. ¿Tengo que llamar para que un teleoperador malpagado tenga que escuchar lo pésimo que es su Servicio o es otra manera de llamarme, sutilmente, estúpido? Por favor no se rían de sus Clientes.

Sé que con está reclamación, no voy a conseguir nada, nadie va a recuperar esos datos perdidos, tampoco voy a conseguir nada llevando de nuevo a reparar la pantalla de mi terminal, lo único que conseguiría es estar otros 14 días sin mi teléfono para que esta vez, si Dios quiere, me lo devolviesen reparado, cosa que al parecer nadie me podría garantizar. Sólo espero que la presente sirva para que tomen nota de qué servicios son los que ofrecen y si no pueden garantizar su buen funcionamiento no los ofrezcan.

Muchas gracias por su atención.

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