Dos semanas he estado de vacaciones, de ahí el abandono temporal del blog y dos semanas me quedan de contrato, de ahí esta sensación de "volver a empezar" que me tiene no preocupado pero sí desmotivado. Eso que dicen los ingleses de no news, good news esta vez no funciona. Son muchas cosas en las que pensar, muchas cosas las que tengo por hacer y porque son tantas y tan aburridas (papeles y más papeles) no sé por dónde empezar y eso creo que aún me desmotiva más.
La ciudad tampoco ayuda, ya sabéis el particular duelo que me traigo con el tiempo en general y el bruselense en particular, por resumirlo en pocas palabras me haré eco de las de la azafata al despegar el domingo: Goodbye sun. No sé podía decir más claro y eso que el Cierzo hizo estragos en mi primera semana de vacaciones. Por supuesto hubo "aterrizaje húmedo" como no podía ser de otra manera. Hoy parece que el agua da un respiro y como por la tarde ya hay sarao montado (de esos con jamón del bueno que tanto me gustan) y reencuentro con la gente que queda, supongo que me divertiré un rato.
De las vacaciones me quedo con esos momentos de sol en el parque, qué gustazo el pacharán en la terraza; las procesiones, por algo era Semana Santa; y por supuesto con la anécdota de bombero torero (y los enanitos toreros) y que no podía faltar en este viaje a casa de quedarme encerrado en el balcón viendo como se cerraba el pestillo de la puerta (por el otro lado, obviamente) mientras intentaba buscar free wi-fi. Y menos mal que lo encontré, porque no llevaba ni el móvil encima; que entró Paula al Messenger y que recordé, milagrosamente, el número de mi hermano, aunque el rescate fue menos veloz de lo esperado.
De momento el único plan que se me presenta a largo plazo y que, de todas formas aún está por ver, es volver a Barcelona para el Primavera Sound o para el Summer Case y por qué no tal vez a los dos, en uno tocarán Tachenko y Tindersticks y en el otro Maxïmo Park. Si alguien se quiere apuntar que vaya ahorrando y reservando las fechas. Os pongo una cancioncilla para poneros en canción (que bien traído, valga la rebuznancia).
Saludito especial para mis fans ;-D jajaja!
La ciudad tampoco ayuda, ya sabéis el particular duelo que me traigo con el tiempo en general y el bruselense en particular, por resumirlo en pocas palabras me haré eco de las de la azafata al despegar el domingo: Goodbye sun. No sé podía decir más claro y eso que el Cierzo hizo estragos en mi primera semana de vacaciones. Por supuesto hubo "aterrizaje húmedo" como no podía ser de otra manera. Hoy parece que el agua da un respiro y como por la tarde ya hay sarao montado (de esos con jamón del bueno que tanto me gustan) y reencuentro con la gente que queda, supongo que me divertiré un rato.
De las vacaciones me quedo con esos momentos de sol en el parque, qué gustazo el pacharán en la terraza; las procesiones, por algo era Semana Santa; y por supuesto con la anécdota de bombero torero (y los enanitos toreros) y que no podía faltar en este viaje a casa de quedarme encerrado en el balcón viendo como se cerraba el pestillo de la puerta (por el otro lado, obviamente) mientras intentaba buscar free wi-fi. Y menos mal que lo encontré, porque no llevaba ni el móvil encima; que entró Paula al Messenger y que recordé, milagrosamente, el número de mi hermano, aunque el rescate fue menos veloz de lo esperado.
De momento el único plan que se me presenta a largo plazo y que, de todas formas aún está por ver, es volver a Barcelona para el Primavera Sound o para el Summer Case y por qué no tal vez a los dos, en uno tocarán Tachenko y Tindersticks y en el otro Maxïmo Park. Si alguien se quiere apuntar que vaya ahorrando y reservando las fechas. Os pongo una cancioncilla para poneros en canción (que bien traído, valga la rebuznancia).
Saludito especial para mis fans ;-D jajaja!