jueves, 28 de junio de 2007

Nit de Sant Joan

Sí, lo sé ya ha pasado y además en mi vida la he celebrado, pero hoy me ha llegado esto por casualidad, me ha gustado, expresa muchas cosas y por eso allá va (lo he traducido más abajo):

Cendres

Un ventijol càlid va portar fins a mi cendres, ressons d'altres focs.

Assegut a la sorra tíbia, vaig observar la nit. Nit de Sant Joan. Havia decidit cremar tot el que en miquedava de vell. Així que vaig anar traient amb compte cadascuna de les meves estelles, com salts en les onades del camí cap el meu propi mar.

Vaig començar amb pors, por a avançar, por a retrocedir, por al futur i també el passat. Vaig seguir amb les frustracions, i desprès vaig trobar tristesses amagades, decepcions, covardies. Cada estella despresa alleugeria una pena clavada en silenci. Un cop ajuntades, les hi vaig prendre foc. I mentre cremava el passat, el mar tornava el reflex de la novetat. Vaig regar amb aquelles aigües els anhels, en els que rentar les meves culpes, i amb les cendres a les mans vaig desitjar ser un altre millor. Les vaig deixar anar en el vintijol i elles van acudir a altres focs a purificar-se.

Avui és Nit de Sant Joan, i com cada any repetiré el meu propi ritual. Porto noves estelles, espines d'un camí recorregut en que no res sembla haver canviat. I encara que l'aire sembla haver portat ressons del passat, sé que tornaré a confiar el meu futur en la màgia d'aquesta nit. Sé que al menys això em quedarà.
Rubén García Mulet

Cenizas

Un vientecillo cálido trajo hasta mí cenizas, rescoldos de otros fuegos.

Sentado en la arena tibia, observé la noche. Noche de San Juan. Había decidido quemar todo lo que me quedaba de viejo. Así que fui sacando con cuidado cada una de mis astillas, como saltos en las olas del camino hacia mi propio mar.

Empecé con los miedos, miedo avanzar, miedo a retroceder, miedo al futuro y también al pasado. Seguí con las frustraciones, y después encontré tristezas escondidas, decepciones, cobardías. Cada astilla desprendida aliviaba una pena clavada en silencio. Una vez juntas, les prendí fuego. Y mientras quemaba el pasado, el mar devolvía el reflejo de la novedad. Regué con aquellas aguas los anhelos, en los que lavar mis culpas, y con las cenizas en las manos deseé ser alguien mejor. Las solté al viento y ellas acudieron a otros fuegos a purificarse.

Hoy es Noche de San Juan, y como cada año repetiré mi propio ritual. Llevo nuevas astillas, espinas de un camino recorrido en que nada parece haber cambiado. Y aunque el aire parece haber traído ecos del pasado, sé que volveré a confiar mi futuro en la magia de esta noche. Sé que al menos eso me quedará.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buenas. Buscando mi nombre en el google he llegado a tu página, soy el autor del texto. Me alegro que te haya gustado.
Te hubiera podido mandar yo la traducción, así te ahorraba algo de tiempo...
Un saludo

Sr. Oc dijo...

La verdad es que lo leí impreso en una bolsa de "La Bolsera", y fue como encontrar las instrucciones para ese momento de mi vida.
Lástima que no siempre funcionen...
Gracias.